LA LITURGIA DEL TRIDUO PASCUAL. 2.- EL VIERNES SANTO

Según una costumbre antiquísima, el Viernes Santo no se celebra la Santa Misa. En su lugar, se realiza LA ACCIÓN LITÚRGICA DE LA PASIÓN DEL SEÑOR.

Esta celebración consta de varias partes:

1.- La Liturgia de la Palabra. A su término, la Oración Universal u oración fieles.

2.- La Adoración de la Santa Cruz.

3.- La Comunión.

1.- LITURGIA DE LA PALABRA

Se proclaman tres Lecturas:

* En la Lectura del A. Testamento, el profeta Isaías anuncia al Siervo de Dios que entrega su vida por nosotros y en lugar nuestro. “Nuestro castigo saludable vino sobre él, sus cicatrices nos curaron”.

* La 2ª Lectura es de la Carta a los Hebreos, y presenta a Jesucristo como Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento: “Acerquémonos, por tanto, confiada-mente al trono de la gracia, a fin de alcanzar misericordia y alcanzar gracia para ser socorridos en el tiempo oportuno”.

* La Lectura del Evangelio es La Pasión según S. Juan:

Es la narración de la Pasión y Muerte del Señor por uno de los testigos, al que contemplamos al pie de la Cruz.

* La Oración Universal es la oración de los fieles.

Este día adquiere un relieve especial. Junto a la Cruz del Señor parece como si la Iglesia no quisiese olvidar a nadie, sino pedir por todos los que han sido comprados por la Sangre de Cristo, su Señor y su Dios.

2.- LA ADORACION DE LA CRUZ.

¡Es una ceremonia impresionante!

En un primer momento se presenta la Cruz del Señor a la Asamblea, cubierta o no, según la fórmulaque se haya elegido.

Al contemplar la Cruz, revivimos el momento sublime de la crucifixión y muerte Señor.

Si hemos elegido la forma de procesión hasta el altar, el sacerdote o el diácono lleva la SANTA CRUZ, ya descubierta, en medio de dos cirios, mientras canta: “Mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo”. Se contesta: “Venid, a adorarlo”. Y nos ponemos de rodillas para adorar la Cruz del Señor, representada por la Cruz que contemplamos. Nos levantamos y la procesión sigue hasta el altar, repitiendo otras dos veces la misma aclamación. A continuación nos vamos acercando todos a adorar la Cruz del Señor, que hasta el comienzo de la Vigilia, ausente el Sagrario, es el centro del templo. Al pasar ante ella, hacemos genuflexión.

Constatamos aquí hasta que punto se hace presente, se actualiza lo que recordamos y celebramos: adoramos la Cruz del Señor, no en el sentido de adorar unos palos o piezas que forman la Cruz, sino adorando desde allí la verdadera y única Cruz del Señor.

3.- LA SAGRADA COMUNIÓN

Se trae al altar, desde el Monumento, el copón con las hostias consagra-das en la celebración de ayer, para dar la Comunión.

Tomamos el Cuerpo que se ha entregado, la Sangre que se ha derramado.

¡Qué impresionante es todo esto!

¿Cómo tendríamos que comulgar este día?

Uniéndonos a los sentimientos y deseos más íntimosdel Señor Jesús. Uniéndonos a toda la Iglesia, especialmente, a todos los que, con sus sufrimientos, comparten los dolores de Cristo, "sufriendo por su Cuerpo que es la Iglesia”. En este sentido "Siempre es Viernes Santo".

​Después de la acción de gracias concluye la celebración con la oración y la plegaria de bendición, y salimos de la Iglesia en silencio.

Recordamos este día a la Iglesia Madre de Jerusalén, y hacemos una colecta destinada a ayudar a los cristianos que viven en Tierra Santa, en medio de especiales dificultades.

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