El 18 de diciembre participé en el retiro de Adviento de Vida Ascendente, una mañana enriquecedora para reflexionar sobre cómo vivimos este tiempo en nuestras vidas. Las virtudes de fe, esperanza y amor fueron el centro de nuestra reflexión en esta etapa de la vida. Nuestro consejero espiritual nos guió magistralmente, recargando nuestras energías espirituales. Aunque a veces el temor de la edad y los achaques nos hace sentir vulnerables, su aliento nos motivó a orar más en este tiempo. Desde ahora, confío todo en manos del Señor, creyendo que nos proveerá lo necesario para seguir adelante. Aspiro a transmitir la fe a quienes el Señor ponga en nuestro camino. ¡Así sea!
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