Esta fue la certeza que revoloteaba en el Encuentro Diocesano convocado por el Obispo en La Orotava el pasado 11 de marzo. Incluso el lema habla del valor de todos en la obra de la Iglesia en este mundo: «Somos una gran Familia contigo». Y en la familia nadie sobra, y todos tienen su labor y su importancia. Los mayores y jubilados somos misioneros...
Todos los grupos y movimientos participaron en el Encuentro, los niños y los jóvenes, los adultos y los matrimonios, mayores y los jubilados, los sacerdotes y religiosos, todos formando una gran familia diocesana.
Ha sido un día muy especial nosotros los miembros del movimiento Vida Ascendente. Tuvimos una participación esspecial llevando uno de los talleres del encuentro, haciendo viva las tres virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y Caridad y con el testimonio de cómo vivir con alegría esta edad transmitiendo la fe a nuestros hijos y nietos. Al final del taller realizamos la presentación del movimiento VIDA ASCENDENTE proponiéndoles que se unan en sus parroquias formando grupos para vivir mejor estos años que el Señor nos regala, para hacer este mundo un poquito más agradable, dejando nuestra experiencia de cómo vivir mejor y ser mas felices haciendo presente el Reino de Dios desde los pilares de la identidad del movimiento.
Cerca de 800 personas, de los 5000 presentes en el Encuentro, se dieron cita en la Iglesia de la Concepción participando del taller. Para quienes pudimos participar como monitores y dar nuestro testimonio personal fue una experiencia extraordinaria.
Hemos querido compartir esta información con todos porque nos ha enriquecido y, esperamos que también enriquezca a otras muchas personas. ¿Quién ha dicho que para ser misionero hay que tener una edad determinada? La grandeza de Dios es tal que siempre y todos podemos responder con nuestra vida a la misión que Jesús encomendó a la Iglesia. «Id, y anunciad a todos el Evangelio».
Todos los grupos y movimientos participaron en el Encuentro, los niños y los jóvenes, los adultos y los matrimonios, mayores y los jubilados, los sacerdotes y religiosos, todos formando una gran familia diocesana.
Ha sido un día muy especial nosotros los miembros del movimiento Vida Ascendente. Tuvimos una participación esspecial llevando uno de los talleres del encuentro, haciendo viva las tres virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y Caridad y con el testimonio de cómo vivir con alegría esta edad transmitiendo la fe a nuestros hijos y nietos. Al final del taller realizamos la presentación del movimiento VIDA ASCENDENTE proponiéndoles que se unan en sus parroquias formando grupos para vivir mejor estos años que el Señor nos regala, para hacer este mundo un poquito más agradable, dejando nuestra experiencia de cómo vivir mejor y ser mas felices haciendo presente el Reino de Dios desde los pilares de la identidad del movimiento.
Cerca de 800 personas, de los 5000 presentes en el Encuentro, se dieron cita en la Iglesia de la Concepción participando del taller. Para quienes pudimos participar como monitores y dar nuestro testimonio personal fue una experiencia extraordinaria.
Hemos querido compartir esta información con todos porque nos ha enriquecido y, esperamos que también enriquezca a otras muchas personas. ¿Quién ha dicho que para ser misionero hay que tener una edad determinada? La grandeza de Dios es tal que siempre y todos podemos responder con nuestra vida a la misión que Jesús encomendó a la Iglesia. «Id, y anunciad a todos el Evangelio».
A continuación les ofrecemos un sencillo reportaje gráfico:
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